Aunque Microsoft hubiera cambiado desde su fundación, las consecuencias nunca serían tan dramáticas porque al menos Bill Gates estaba allí, camiseta de juventus la encarnación física de la causa que motivaba a sus ejecutivos y empleados. Las botas, polvorientas. Uno a uno, camiseta mundial portugal fueron llenando una enorme y tenebrosa sala que se parecía al hangar de una película de ciencia ficción. Habida cuenta de los efectos, la decisión no fue ni práctica ni racional, pero era la decisión correcta para contribuir a hacer realidad su causa.