Esta larga lista de auspiciadores generó diversas críticas, y la FIFA fue acusada de «mercantilizar» el torneo, por lo que la organización anunció que reduciría el número de patrocinadores para los próximos eventos. Entre los elegidos se encuentran siete jugadores de la selección ganadora del torneo, Italia, cuatro representantes de las selecciones francesa, alemana y portuguesa, dos jugadores de la selección argentina, un jugador de Brasil, camisetas de futbol baratas y otro de Inglaterra.