Además, te pasa en un momento en el que tampoco eres tan adulta como para sopesar que eso es importante”, contó. Además, con lo demostrado en Brighton y con apenas 21 años de edad, el ecuatoriano es un diamante en bruto. “Eso lleva pasando toda la vida”, dijo Otero, de 30 años a The Associated Press desde Málaga, la ciudad del sur del país donde sigue jugando al fútbol cuando no ejerce como profesora de secundaria.