En 1939 el ataque fue reforzado con Juan Maril, y los Diablos Rojos lograron el bicampeonato, marcando 103 goles en 34 juegos. Erico volvió a consagrarse goleador del torneo con 40 goles. Una semana después del descenso, una asamblea dirigencial en la sede social del club fue brutalmente interrumpida por un ataque de sillazos al presidente Javier Cantero. Así, el Rojo era campeón por primera vez en la etapa profesional del fútbol argentino.