1944, por lo que se agregó en la parte superior una estrella conmemorativa. Si bien existen varias versiones y antecedentes acerca del origen del Himno Oficial de Santiago Wanderers, la versión comúnmente más aceptada y difundida es que este data de 1912 y sería obra del intérprete y compositor porteño Efraín Arévalo López, quien habría donado la composición en un gesto de agradecimiento a la directiva del club, por las alegrías vividas junto al equipo.