Si ya desde ‘pequeñito’ eras del Madrid, mucho se tienen que torcer las cosas para acabar siendo del Barcelona con el paso de los años. Sabes que si eres del Barcelona, por ejemplo, y vas a una ciudad tan lejana como Tokio, y te encuentras con alguien con una camiseta de algún jugador de este equipo, las barreras humanas y culturales que os separan se vuelven más finas.