En la vuelta, el Barcelona no pudo superar el entramado defensivo interista (provocado por la polémica expulsión de Thiago Motta tras una entrada a Busquets) hasta el minuto 84 cuando se adelantó con gol de Gerard Piqué; no fue suficiente y el Inter pasaría gracias a un global de 3-2 se clasificó para una final de la Copa de Europa 34 años después, donde se enfrentaría al Bayern de Múnich en el estadio Santiago Bernabeu de Madrid el 22 de mayo de 2010 Inter vencería por 0-2 con dos goles de Diego Milito y obtendría su tercer título en Champions League con este éxito el Nerazzurri llegaría al Triplete histórico del club.