Desde el instante mismo en que el Ingeniero Natalio Mirkin asumía la presidencia del club en 1973 se comprometió a continuar los ambiciosos planes tendientes a dotar al estadio de mayores comodidades. En 1930 después de la mala experiencia vivida; socios y dirigentes más unidos que nunca, bajo la presidencia del ingeniero. Gino Pivatelli y del brasileño Dino Sani; el Milan se consagró, en aquella temporada, como campeón de Italia por octava ocasión en su historia.